La característica de lanzamiento del worthag es Sabiduría (CD de Salvación 16). El Worthag puede lanzar cualquiera de los siguientes conjuros de manera innata, sin necesidad de componentes.
Cargar. Si el Worthag se mueve al menos 20 pies en línea recta hacia un objetivo y le impacta con un ataque en el mismo turno, la criatura recibe 15 (3d8) de daño perforante adicionalmente.
Resistencia mágica: El Worthag tiene resistencia a las tiradas de salvación contra conjuros y otros efectos mágicos.
Armas mágicas: Las garras y fauces del Worthag se consideran armas mágicas.
Multiataque. El Worthag realiza tres ataques cuerpo a cuerpo. Un mordisco y dos zarpazos, o tres ataques con sus zarpas.
Mordisco. Ataque cuerpo a cuerpo. Ataque: +8 a impactar, alcance 5 pies, un objetivo. Daño: 13 (2d8+5) de daño. Si el objetivo es una criatura, debe superar una Tirada de Salvación de Fuerza CD 18 o quedar tumbada.
Zarpazo lunar. Ataque cuerpo a cuerpo. Ataque: +8 a impactar, alcance 10 pies, un objetivo. Daño: 12 (2d6+5) de daño perforante más 16(3d10) puntos de daño radiante.
El Worthag puede usar 3 acciones legendarias, a escoger entre las opciones listadas abajo. Sólo puede emplear una acción legendaria a la vez al final del turno de otra criatura. El Worthag recupera las acciones legendarias usadas al inicio de su turno.
Escudo lunar (Cuesta 2 acciones). El worthag crea una barrera de luz plateada a su alrededor o al de una criatura que pueda ver a 60 pies de él. El objetivo de este conjuro recibe un +2 a la CA hasta el final del siguiente turno del Worthag.
Abalanzarse. El Worthag salta hasta un punto que esté a 20 pies de él, infligiendo 10 (1d8+5) de daño a todas las criaturas que queden bajo él.
Oscuridad (Cuesta 2 acciones). El Worthag lanza el conjuro Oscuridad a un punto hasta 60 pies de donde él se encuentra.
Similar a un lobo de pelaje denso y oscuro, que parece reflejar el brillo de las estrellas envuelto en un manto similar al de las auroras nocturnas. De seis patas y poderosos colmillos afilados, largos y del color de la plata. Dicen que sus ojos son púrpuras y que de ellos emana un brillo que enloquece a los que osan sostener su mirada por demasiado tiempo. Son tres o cuatro veces mayores que los huargos, pero silenciosos como los gatos. Nunca se ha visto a Worthag durante el día.